Especialistas debaten cómo aprovechar el potencial de lo digital para que los más jóvenes participen en las decisiones públicas

Especialistas debaten cómo aprovechar el potencial de lo digital para que los más jóvenes participen en las decisiones públicas
Una decena de especialistas en participación ciudadana, infancia y juventud, incluyendo a varios niños, niñas y adolescentes, se han reunido hoy en Málaga para debatir cómo aprovechar su manejo de las herramientas digitales, entorno en el que son nativos, para potenciar su influencia en las políticas públicas que les afectan. Urge mejorar estas vías de participación, porque en España el 80% de los menores de 30 años siente que los políticos no les escuchan, según datos de Naciones Unidas.

El Secretario de Estado, Rubén Pérez, el concejal Francisco Cantos y el director de Political Watch, Javier Pérez, hablan con niños y jóvenes asistentes al acto.
Convocados por Political Watch, entidad experta en calidad democrática, en colaboración con UNICEF, la organización andaluza Coglobal y el Ministerio de Juventud e Infancia, y con la financiación del programa Derechos Digitales impulsado por Red.es, entidad adscrita al Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, las y los participantes han puesto sobre la mesa las mejores prácticas e innovaciones para lograr este reto, en un encuentro celebrado en el espacio La Noria de Málaga con representación de todas las instituciones: local, provincial, regional y nacional.

El director de Political Watch, Javier Pérez, se dirige a asistentes y autoridades en el evento sobre participación infantil y juvenil por medios digitales celebrado hoy en Málaga.
En el caso de niños y jóvenes, se requiere equilibrar la protección que necesitan con el potencial que tienen las herramientas digitales para que puedan participar en los asuntos que les afectan. “La autorregulación de las plataformas no ha funcionado. Por eso hemos impulsado una ley que pone límites y garantiza derechos. Lo digital no puede ser un espacio sin reglas cuando hablamos de infancia y adolescencia. Niñas, niños y adolescentes tienen derecho a participar también en lo digital, pero eso solo es posible si hay condiciones claras, reglas comunes y responsabilidad pública. Por eso esta ley es necesaria: para que su voz no dependa de la voluntad de las plataformas, sino de un marco de derechos garantizados”, ha sostenido Rubén Pérez Correa, secretario de Estado de Juventud e Infancia.
El reto es mejorar la cultura democrática de niños y jóvenes desde bien temprano, para que vean con tanta naturalidad participar en una consulta o hacer una propuesta en su ciudad como interactuar en redes sociales o consumir contenidos de entretenimiento. “Queremos que participen más y mejor en procesos que surjan desde las instituciones, pero también fomentar que tengan a su alcance medios para impulsar y canalizar iniciativas propias, porque eso es practicar la ciudadanía”, avanza Javier Pérez, director de Political Watch. La entidad insiste además en no rebajar los estándares de buenas prácticas en participación por el hecho de que vayan a ser utilizadas por niños y jóvenes. “Se trata de adaptar, no de descafeinar”, insiste Pérez.
Según el 4º Barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia, elaborado recientemente por UNICEF y la Universidad de Sevilla tras más de 15.000 consultas, la economía, el medioambiente y la guerra son las principales preocupaciones de los niños, niñas y adolescentes en España. Es decir, les preocupa su presente y su futuro, pero no siempre sus preocupaciones son tenidas en cuenta.
“La participación infantil no es solo un medio para lograr otros derechos, como la protección o la educación, sino que es un fin en sí mismo. Participar permite a los niños, niñas y adolescentes fortalecer su autonomía y su autoestima y sentirse parte activa de su comunidad. Además, nos sitúa en el camino para avanzar hacia una sociedad donde la voz de la infancia no solo se escuche, sino que también se valore y se integre en la toma de decisiones, también a través de los medios digitales, que han venido para quedarse”, afirma Maria Ángeles Espinosa, patrona de UNICEF participante en el encuentro.
Experiencias exitosas
El impulso de los consejos estudiantiles como el de la Universidad de Málaga, iniciativas como la de la Plataforma de Infancia a través de su estrategia La Infancia Opina o The Future Game, la experiencia a través del juego on line con la que el gobierno vasco va a escuchar los intereses de la juventud vasca para diseñar sus políticas de futuro, son algunas de las buenas prácticas que se han compartido hoy en Málaga.
Junto a ellas, DiversIA, un proceso deliberativo sobre el uso ético e inclusivo de la IA liderado por Coblogal en la Universidad de Málaga. “Constantemente decimos que niños y niñas están utilizando los móviles todo el tiempo, publicando y reaccionando en redes sociales. Esto nos da la impresión de que ya tienen los canales abiertos para participar, pero hay una gran diferencia entre expresarse y que sus voces sean escuchadas. Expresión no es influencia, y visibilidad no es poder”, resume Christiane Arrivillaga, de Coglobal.
En lo municipal, que es el ámbito donde más se han consolidado las experiencias de participación infantil y juvenil, se ha contado con la experiencia del Ayuntamiento de Málaga a través de Manuela González, su coordinadora de participación infantil, junto a niños y niñas del Consejo Local de Infancia y de Elisenda Ortega, promotora del Foro Joven del Ayuntamiento de Barcelona.
Las conclusiones de este encuentro alimentarán una investigación para repensar la suscrito con la Red.es, entidad adscrita al Ministerio para la Transformación Digital y de la Fundación Pública, para la promoción de los derechos digitales. Las actuaciones están financiadas por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia a través de los fondos NextGenerationEU. Los derechos digitales son la extensión de los derechos con que ya actuamos en el ámbito físico al entorno digital y que se recogen en la Carta de Derechos Digitales, que fue pionera en 2021 y que incluye, entre otros importantes aspectos, la protección de niños, niñas y adolescentes en el entorno digital.